-Muy bien, pero eso es lo que tú crees- se acerco… digo me acerque a su oído y susurre… ¿sexy? –A esta chica no lo cree- vi como Naruto se levanto y corrió hacia donde estaba y evito que de un golpe dejara a Sasuke inconsciente, este aun no reaccionaba. Naruto estaba sobre mi estomago afirmando mis manos, esa personalidad estaba loca por Naruto. –Naruto… tanto tiempo que no nos veíamos- sonrió –suéltame para que termine los deseos de Sakurita-
-No te lo permitiré- Naruto se sonrojo –Devuelve a Sakura-chan, por favor, si hago eso, estoy segura que se incomodara mucho- lo mire con cara picarona.
-Vamos, hazlo. Yo no tengo ningún problema- sonreí de lado
-No te lo permitiré- Naruto se sonrojo –Devuelve a Sakura-chan, por favor, si hago eso, estoy segura que se incomodara mucho- lo mire con cara picarona.
-Vamos, hazlo. Yo no tengo ningún problema- sonreí de lado
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Capitulo 20:
Por favor Naruto, no lo hagas. Era imposible gritar, no era yo, y ella nunca me obedecía. Se acerco lentamente a mi rostro, Sakura… la otra Sakura, cerró los ojos y se dejo llevar en ese beso. Volví a ser yo, Naruto seguía en mis labios, abrí los ojos y lo empuje atrás
-¡Ya!- le grite, mientras limpiaba mi boca. El Uchiha y Kakashi-sensei miraban no comprendiendo nada de lo que paso.
-L-lo siento Sakura-chan, pero ella me obligo a hacerlo- lo mire un poco enojada, pero sabía que no es su culpa
-Yo debería pedirte disculpas. Yo fui la que dejo que se apoderara de mi… lo siento por llevarte a tal extremo- dije avergonzada, sabía que me entendía.
-Um- asintió –No te preocupes- ahora se dirigió a Kakashi-sensei –Tu, te dije que la detuvieras- Kakashi solo sonrió nervioso. Luego se dirigió al Uchiha –Y tú, Sasuke, reacciona por dios, casi mueres. Bakka- yo aun seguía algo mareada por lo que paso. –Quiero pedirles un favor- dijo después de hacer una larga pausa –No le digan a nadie lo que acaba de pasar aquí…- se acerco a abrazarme –Somos pocos los que sabemos de esto, y ya que seremos un equipo, será bueno comenzar confiando en ustedes- a veces puede ser muy maduro.
Ya pasando todo ese problema, volvimos a la sala, donde ya estaban todos sentados, en orden a cómo eran los grupos, y exactamente habían tres asientos para nosotros. Rápidamente me fui a sentar al lado de la ventana, detrás de Ino.
-Lo siento… lo siento, fue mi culpa- dijo Kakashi-sensei sobándose la cabeza dándole explicaciones a Tsunade-sama
-Bueno, ya que estamos todos, se me había olvidado comentarles que este viernes, habrá una fiesta de bienvenida, donde estarán personas importantes que aportan mucho a esta institución, y también les sirve a ustedes en su futura carrera. Asique los esperamos a todos. No lo olviden, es una fiesta de gala, los quiero a todos bien vestidos. Los chicos con sus ternos, y las chicas con vestidos, no pantalones, muestren sus piernas ¡por favor!- todos rieron, yo no sabía qué hacer. No tenía dinero para comprarme un vestido… estoy pensando rotundamente no ir, pero sé que las chicas no me lo permitirán –Bueno, y ahora le daré el pase a la mente detrás de esta fiesta, y actual gran aporte a nuestra academia, aplaudan por favor al señor Jiraiya Gama- y entro aquel hombre de cabello blanco abundante. Iba con una vestimenta extravagante de una época antigua.
-Muy buenos días alumnos- nos levantamos de nuestros asientos y le saludamos –Muy bien, así me gusta, la disciplina. Oh, veo que mis niños están aquí- dijo mirándonos a Naruto, Lee, y creo que también al idiota de pelo negro. –Me alegro mucho- se iba a acercar a nosotros, pero Tsunade-sama lo tomo del cuello de su ¿vestido? O lo que sea que llevaba
-A lo que viniste Jiraiya por favor- la quedo mirando con carita de perrito y esta lo soltó
-No me digas Jiraiya, dime querido, amor… cariñito después de todo, soy tu esposo- Lady Tsunade le dio una mirada de miedo y de un momento a otro cambio a un estado “normal” –Chicos, quiero darles la bienvenida. El tiempo que estén aquí, quiero que lo tomen con calma, disfrútenlo, hemos nacido para ser libres, para que las chicas usen faldas cortas, poleras con grandes escotes…- en ese momento Tsunade-sama le tapo la boca y mando que entre los maestros le sacaran de la sala
-Ah- dio un suspiro largo –no se preocupen chicos, el está bien, es así, lamentablemente nació así. Chicas, no le hagan caso a todas las estupideces que dijo- Karin se estaba emocionando con toda esa palabraduria de Jiraiya-san –Pero bueno, me tocara decirles a mí lo que se suponía que era a lo que venía Jiraiya. Debajo de sus asientos, encontraran unas carpetas con el horario de clases, que inmediatamente desde mañana comenzara, no hay que perder el tiempo. Como en todo el mundo se dice, el tiempo es oro. Hoy tienen el día libre para conocerse. Muy bien, los dejo- y se marcho junto con Kurenai-sensei, que se había quedado dentro de la sala.
Al instante que salieron, comenzó un total caos en la sala. Muchos hablaban por sus teléfonos, Karin se lanzaba encima de Sasuke, que estaba a mi lado para mi desgracia. Naruto y los chicos estaban hablando de sus estupideces, incluyeron al Uchiha, que pedía a gritos que alguien le ayudara, y mis amigas… hablábamos de nuestras anécdotas, el cómo me hicieron creer que estaría sola con todos estos… futuros amigos, eso espero. Me levante de mi asiento, y me acerque a Naruto y a Lee hablándoles en voz baja
-Pst, chicos… ¿Por qué no nos vamos a trabajar ahora?, para aprovechar el tiempo- los dos se quedaron mirando y asintieron –pero tenemos un problema… ¡como nos iremos! Es muy lejos y dudo que lleguemos caminando-
-No problem- dijo Naruto sonriendo –Yo vine en mi auto, si quieres te puedo llevar…- miro a Lee –A ti no cejotas- golpee a Naruto
-¡Naruto! No seas así-
-Si lo llevare, era una broma Sakura-chan- entonces nos levantamos y salimos de la sala
-Sakura- grito Tenten, las chicas se acercaron corriendo, toda la sala nos miraba
-Chica, ¡a donde te crees que vas!- era Temari que me dio un pequeño golpe en la cabeza
-¡Shh!- las hice bajar la voz –Nos iremos a trabajar con los chicos, voy atrasada. Adiós- y salí corriendo alcanzando a Lee y Naruto.
El auto de Naruto era de lujo, como a él siempre le han gustado todas esas cosas de ciencia ficción, se compro un Chevrolet Camaro, exactamente el mismo de transformers, e incluso le puso el mismo símbolo. Este Naruto… sigue siendo un niño. Tras de cómo media hora, al fin llegamos a la ciudad, íbamos con la música a todo volumen y cantábamos como locos, Lee se emocionaba con facilidad
-Chicos, ya llegamos, bájale un poco Naruto- apago la radio y el auto, y nos bajamos rápidamente. En la puerta estaban los del otro turno
-Ya llegamos, se pueden ir- mi amigo rubiecito dijo eso
-¡Naruto!, no se dice así- dije golpeándolo con el codo en su brazo –Lo siento, iremos a vestirnos y cambiaremos el turno ¿sí?- ambos chicos asintieron y entramos a la empresa a ponernos nuestros uniformes, y nos pusimos a trabajar.
La semana paso rápido, y ya estábamos en el día viernes. Clase de canto
-Muy bien, como esta es nuestra primera clase, comenzaremos por afinamiento, y ver sus capacidades- con Tenten nos quedamos mirando, asustadas. Si… hemos cantado muchas veces, pero no es algo que se podía decir que tenemos voces de diosas, no cantábamos tan bien como las chicas. Llego el turno de Hinata
-Vamos, Hinata… tienes que seguir el tono que te toquen en el piano- esta sintió nerviosa. Pobre Hina-chan, no tener mucha personalidad, es algo que compartíamos. Todos quedaron impactados con su preciosa y angelical voz. Con Tenten nos levantamos y aplaudimos, para romper el hielo, todos hicieron lo mismo, menos la envidiosa de Karin y sus amigas. Así siguieron con todo el curso, hasta que llego el turno de Naruto. Se levanto e hizo lo que le pedían, siempre me ha gustado su voz, si hicieran un dúo con Hinata, sería lo mejor que le pasaría al mundo. –Muy bien Naruto- lo alagaba Kurenai –muy bien… veamos, ahora sigue la señorita Ama, Tenten- nos quedamos mirando, nos levantamos ambas de nuestros asientos, nos acercamos a Kurenai-sensei y le hablamos en el oído
-Etto… es que no queremos cantar en público- dijo Tenten
-No somos muy afinadas que digamos… ¿podemos hacerlo después de clases?- le pregunte, la quedamos mirando con carita de cachorro
-Pero chicas… como van a cantar mal- no susurro, no hablo, si no que lo grito a los cuatro vientos.
-Sh, shhh…- le tapamos la boca, todos nos miraban o curiosos o apunto de reírse – ¿acaso lo quiere publicar en los periódicos?- dije molesta, Ten-chan se preocupaba por las miradas de nuestros compañeros.
-Está bien, por ustedes hare una excepción- nos dijo ahora si con tono bajo. Asique se salto nuestros nombres y seguimos con los que quedaban.
Así pasaron las horas de clases y llego la hora de irnos
-No te preocupes Saku-chan, yo te iré a dejar después… dile a Naruto y a Lee que te citaron o invéntales algo- así lo hice. Ya estábamos en la sala esperando a que llegara la sensei.
-Muy bien chicas. Comencemos- se puso detrás del piano y comenzó a tocar. La la la la la la la… Horrible, simplemente horrible…
-Lo siento, no canto bien, y no creo que pueda hacerlo- mire hacia el suelo –Soy mejor en dibujo… o en otras cosas-
-¡No! Querida, no reacciones así. Solo tienes que practicar, y ya verás que mejoraras. Chicas, me comprometo de ahora en adelante después de clases ayudarlas a mejorar- con Tenten quedamos muy contentas, así podríamos cantar junto con las chicas, y ya no molestar a las personas cuando queramos cantar. Este mismo día comenzamos las clases, según Kurenai (que quiso que la llamáramos así, no le gustaba que le dijéramos sensei). Incluso los fines de semana, y por el trabajo, me dijo que no me preocupara, dijo que Jiraiya-san dio su aprobación, y que podía llegar a la hora que terminara mis “clases especiales”.
Por favor Naruto, no lo hagas. Era imposible gritar, no era yo, y ella nunca me obedecía. Se acerco lentamente a mi rostro, Sakura… la otra Sakura, cerró los ojos y se dejo llevar en ese beso. Volví a ser yo, Naruto seguía en mis labios, abrí los ojos y lo empuje atrás
-¡Ya!- le grite, mientras limpiaba mi boca. El Uchiha y Kakashi-sensei miraban no comprendiendo nada de lo que paso.
-L-lo siento Sakura-chan, pero ella me obligo a hacerlo- lo mire un poco enojada, pero sabía que no es su culpa
-Yo debería pedirte disculpas. Yo fui la que dejo que se apoderara de mi… lo siento por llevarte a tal extremo- dije avergonzada, sabía que me entendía.
-Um- asintió –No te preocupes- ahora se dirigió a Kakashi-sensei –Tu, te dije que la detuvieras- Kakashi solo sonrió nervioso. Luego se dirigió al Uchiha –Y tú, Sasuke, reacciona por dios, casi mueres. Bakka- yo aun seguía algo mareada por lo que paso. –Quiero pedirles un favor- dijo después de hacer una larga pausa –No le digan a nadie lo que acaba de pasar aquí…- se acerco a abrazarme –Somos pocos los que sabemos de esto, y ya que seremos un equipo, será bueno comenzar confiando en ustedes- a veces puede ser muy maduro.
Ya pasando todo ese problema, volvimos a la sala, donde ya estaban todos sentados, en orden a cómo eran los grupos, y exactamente habían tres asientos para nosotros. Rápidamente me fui a sentar al lado de la ventana, detrás de Ino.
-Lo siento… lo siento, fue mi culpa- dijo Kakashi-sensei sobándose la cabeza dándole explicaciones a Tsunade-sama
-Bueno, ya que estamos todos, se me había olvidado comentarles que este viernes, habrá una fiesta de bienvenida, donde estarán personas importantes que aportan mucho a esta institución, y también les sirve a ustedes en su futura carrera. Asique los esperamos a todos. No lo olviden, es una fiesta de gala, los quiero a todos bien vestidos. Los chicos con sus ternos, y las chicas con vestidos, no pantalones, muestren sus piernas ¡por favor!- todos rieron, yo no sabía qué hacer. No tenía dinero para comprarme un vestido… estoy pensando rotundamente no ir, pero sé que las chicas no me lo permitirán –Bueno, y ahora le daré el pase a la mente detrás de esta fiesta, y actual gran aporte a nuestra academia, aplaudan por favor al señor Jiraiya Gama- y entro aquel hombre de cabello blanco abundante. Iba con una vestimenta extravagante de una época antigua.
-Muy buenos días alumnos- nos levantamos de nuestros asientos y le saludamos –Muy bien, así me gusta, la disciplina. Oh, veo que mis niños están aquí- dijo mirándonos a Naruto, Lee, y creo que también al idiota de pelo negro. –Me alegro mucho- se iba a acercar a nosotros, pero Tsunade-sama lo tomo del cuello de su ¿vestido? O lo que sea que llevaba
-A lo que viniste Jiraiya por favor- la quedo mirando con carita de perrito y esta lo soltó
-No me digas Jiraiya, dime querido, amor… cariñito después de todo, soy tu esposo- Lady Tsunade le dio una mirada de miedo y de un momento a otro cambio a un estado “normal” –Chicos, quiero darles la bienvenida. El tiempo que estén aquí, quiero que lo tomen con calma, disfrútenlo, hemos nacido para ser libres, para que las chicas usen faldas cortas, poleras con grandes escotes…- en ese momento Tsunade-sama le tapo la boca y mando que entre los maestros le sacaran de la sala
-Ah- dio un suspiro largo –no se preocupen chicos, el está bien, es así, lamentablemente nació así. Chicas, no le hagan caso a todas las estupideces que dijo- Karin se estaba emocionando con toda esa palabraduria de Jiraiya-san –Pero bueno, me tocara decirles a mí lo que se suponía que era a lo que venía Jiraiya. Debajo de sus asientos, encontraran unas carpetas con el horario de clases, que inmediatamente desde mañana comenzara, no hay que perder el tiempo. Como en todo el mundo se dice, el tiempo es oro. Hoy tienen el día libre para conocerse. Muy bien, los dejo- y se marcho junto con Kurenai-sensei, que se había quedado dentro de la sala.
Al instante que salieron, comenzó un total caos en la sala. Muchos hablaban por sus teléfonos, Karin se lanzaba encima de Sasuke, que estaba a mi lado para mi desgracia. Naruto y los chicos estaban hablando de sus estupideces, incluyeron al Uchiha, que pedía a gritos que alguien le ayudara, y mis amigas… hablábamos de nuestras anécdotas, el cómo me hicieron creer que estaría sola con todos estos… futuros amigos, eso espero. Me levante de mi asiento, y me acerque a Naruto y a Lee hablándoles en voz baja
-Pst, chicos… ¿Por qué no nos vamos a trabajar ahora?, para aprovechar el tiempo- los dos se quedaron mirando y asintieron –pero tenemos un problema… ¡como nos iremos! Es muy lejos y dudo que lleguemos caminando-
-No problem- dijo Naruto sonriendo –Yo vine en mi auto, si quieres te puedo llevar…- miro a Lee –A ti no cejotas- golpee a Naruto
-¡Naruto! No seas así-
-Si lo llevare, era una broma Sakura-chan- entonces nos levantamos y salimos de la sala
-Sakura- grito Tenten, las chicas se acercaron corriendo, toda la sala nos miraba
-Chica, ¡a donde te crees que vas!- era Temari que me dio un pequeño golpe en la cabeza
-¡Shh!- las hice bajar la voz –Nos iremos a trabajar con los chicos, voy atrasada. Adiós- y salí corriendo alcanzando a Lee y Naruto.
El auto de Naruto era de lujo, como a él siempre le han gustado todas esas cosas de ciencia ficción, se compro un Chevrolet Camaro, exactamente el mismo de transformers, e incluso le puso el mismo símbolo. Este Naruto… sigue siendo un niño. Tras de cómo media hora, al fin llegamos a la ciudad, íbamos con la música a todo volumen y cantábamos como locos, Lee se emocionaba con facilidad
-Chicos, ya llegamos, bájale un poco Naruto- apago la radio y el auto, y nos bajamos rápidamente. En la puerta estaban los del otro turno
-Ya llegamos, se pueden ir- mi amigo rubiecito dijo eso
-¡Naruto!, no se dice así- dije golpeándolo con el codo en su brazo –Lo siento, iremos a vestirnos y cambiaremos el turno ¿sí?- ambos chicos asintieron y entramos a la empresa a ponernos nuestros uniformes, y nos pusimos a trabajar.
La semana paso rápido, y ya estábamos en el día viernes. Clase de canto
-Muy bien, como esta es nuestra primera clase, comenzaremos por afinamiento, y ver sus capacidades- con Tenten nos quedamos mirando, asustadas. Si… hemos cantado muchas veces, pero no es algo que se podía decir que tenemos voces de diosas, no cantábamos tan bien como las chicas. Llego el turno de Hinata
-Vamos, Hinata… tienes que seguir el tono que te toquen en el piano- esta sintió nerviosa. Pobre Hina-chan, no tener mucha personalidad, es algo que compartíamos. Todos quedaron impactados con su preciosa y angelical voz. Con Tenten nos levantamos y aplaudimos, para romper el hielo, todos hicieron lo mismo, menos la envidiosa de Karin y sus amigas. Así siguieron con todo el curso, hasta que llego el turno de Naruto. Se levanto e hizo lo que le pedían, siempre me ha gustado su voz, si hicieran un dúo con Hinata, sería lo mejor que le pasaría al mundo. –Muy bien Naruto- lo alagaba Kurenai –muy bien… veamos, ahora sigue la señorita Ama, Tenten- nos quedamos mirando, nos levantamos ambas de nuestros asientos, nos acercamos a Kurenai-sensei y le hablamos en el oído
-Etto… es que no queremos cantar en público- dijo Tenten
-No somos muy afinadas que digamos… ¿podemos hacerlo después de clases?- le pregunte, la quedamos mirando con carita de cachorro
-Pero chicas… como van a cantar mal- no susurro, no hablo, si no que lo grito a los cuatro vientos.
-Sh, shhh…- le tapamos la boca, todos nos miraban o curiosos o apunto de reírse – ¿acaso lo quiere publicar en los periódicos?- dije molesta, Ten-chan se preocupaba por las miradas de nuestros compañeros.
-Está bien, por ustedes hare una excepción- nos dijo ahora si con tono bajo. Asique se salto nuestros nombres y seguimos con los que quedaban.
Así pasaron las horas de clases y llego la hora de irnos
-No te preocupes Saku-chan, yo te iré a dejar después… dile a Naruto y a Lee que te citaron o invéntales algo- así lo hice. Ya estábamos en la sala esperando a que llegara la sensei.
-Muy bien chicas. Comencemos- se puso detrás del piano y comenzó a tocar. La la la la la la la… Horrible, simplemente horrible…
-Lo siento, no canto bien, y no creo que pueda hacerlo- mire hacia el suelo –Soy mejor en dibujo… o en otras cosas-
-¡No! Querida, no reacciones así. Solo tienes que practicar, y ya verás que mejoraras. Chicas, me comprometo de ahora en adelante después de clases ayudarlas a mejorar- con Tenten quedamos muy contentas, así podríamos cantar junto con las chicas, y ya no molestar a las personas cuando queramos cantar. Este mismo día comenzamos las clases, según Kurenai (que quiso que la llamáramos así, no le gustaba que le dijéramos sensei). Incluso los fines de semana, y por el trabajo, me dijo que no me preocupara, dijo que Jiraiya-san dio su aprobación, y que podía llegar a la hora que terminara mis “clases especiales”.
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