Capitulo 14:
Entre a casa, donde mis tíos estaban esperando con la cena. Ya eran las ocho de la noche, y aun no cenábamos. Ya en la mesa sentada nos pusimos a conversar
-Y para cuando nacerá Natsu-chan- dije con la boca llena
-Sakura-chan, ya te he dicho que no se habla con la boca llena- le pedí disculpas y me respondió
–Ya debió de haber nacido, pero es muy flojo, aun quiere estar más tiempo, ya son 36 semanas que está dentro, pero aún hay tiempo- dijo sonriendo mi tía.
-Ya veo- dije mirando mi comida
-¿Y dónde estás viviendo?- me pregunto mi tío
-No les diré, porque estarían allá todos los días, hoy solo vine a visitarlos- les dije fríamente.
-Uff… eres igual que tu tío, te adelantas a los hechos y además eres calculadora- dijo mi tía riendo mientras mi tío la miraba con una cara…
-¿Ah sí? Asique así es como me ve mi mujer- dijo mirándola molesto, y de la nada se pone a reír, nosotras lo seguimos, no siempre se le veía riendo de esa forma, así que había que disfrutar el momento. Recordé en ese momento
-¡TIA! Y Dayo-chan ¡donde esta mi Dayo-chan! (>.<)- dije emocionada
-Ah sí, Dayo-chan está afuera en el patio- salí corriendo a verlo, y ahí estaba. Mi hermoso, hermoso perrito. Si, muchos le tenían miedo, es un pitbull pero yo lo amo desde que llego a mí, desde que lo vi fue amor a primera vista. Jugué un buen rato con él, y luego entre a casa. Y me despedí, ya era tarde y las calles eran peligrosas a esas horas.
-Ven a vernos más seguido querida- dijo mi tía arreglándome el cabello
-Sí, Sakura. Y compórtate- me dijo mi tío.
-Si si si… está bien- les dije mientras me iba corriendo por la calle –adiós- les hice una seña con las manos despidiéndome sin dar vuelta atrás.
No me di cuenta en qué momento llegue al departamento, y ya me hallaba dentro de este. Entre al baño, llene la tina y una vez llena, me desnude y me metí. Me relaje un buen rato, pensando, pensando en mis tíos, en porque me fui de casa, porque deje a esa pareja sola en esa gran casa. Y recordé el momento en que me escape.
Flashback:
Era un frio día de invierno, era fin de semana, y quedamos de salir con las chicas. Pasamos toda la tarde juntas, salimos de compras, y nos sacábamos fotos como siempre hacíamos cuando salíamos. Ya entrada la tarde, nos despedimos para irnos a nuestros hogares. Yo me iba con Ino y Hinata, ya que vivíamos relativamente cerca, tomamos el tren y en la estación nos despedíamos yéndonos en direcciones distintas.
Llegue a mi casa, me di cuenta de que ya había llegado mi tío del trabajo, por el auto que estaba estacionado afuera. Entre feliz, me lance en los brazos de mi tío, como siempre lo hacía cuando llegaba de sus largas horas de trabajo.
-¡Como estas! ¿Cómo te fue?- le decía mientras me revolvía el pelo y yo molesta le sacaba la mano
-Bien, muchos clientes contentos- me decía con su cara seria, yo siempre la veía como una sonrisa. Trabajan juntos con el papá de Hinata y Tenten en la compañía Byakugan.
-Me alegro (^^)- le dije mientras me dirigía a saludar a mi tía con un tierno beso en la mejilla.
-Sakura, querida- dijo mi tía captando mi atención –Tenemos algo que decirte- los mire y con un gesto les dije que prosiguieran. Mi tío se acerco y la abrazó, sonriéndole–Bueno… tú sabes que hace tiempo me he estado sintiendo mal, y mareada- asentí
-sí, veras… Akira me conto que se estaba sintiendo mal, y la lleve al médico, cuando tú estabas en la escuela- me conto mi tío con una sonrisa.
-Sí, bueno… sin más rodeos, hace tres días que estábamos planeando como decirte esto… y aquí estamos.- dijo mi tía, no sabía cómo decírmelo
-Sakurita, tu sabes que has sido como una hija para nosotros todo este tiempo juntos- dijo mi tío, le faltaba el aire hasta que por fin salió de su boca las palabras-Vas a tener un hermanito- No sabía que decir. Solo les felicite, estaba muy contenta, enserio. Lo que siempre había querido era tener un hermano, lo más cercano que tenia a eso era Itachi, las chicas, pero no era lo mismo. Siempre he sentido que algo faltaba en mi vida, y cada vez que pensaba en eso, venía a mi mente un hermanito. Todo este tiempo con ese deseo en mi corazón, y al fin se hacía realidad.
-Sí, y no te preocupes, no te vamos a hacer a un lado. Compartiremos el cariño, no te dejaremos de amar, tú sigues siendo nuestra hija- eso me destrozo. No podía con eso. Después de la sorpresa solo mantuve la máscara de la felicidad.
Cenamos, y me fui a acostar. No podía conciliar el sueño, solo pensaba en eso, “compartiremos el cariño”, “sigues siendo nuestra hija” no, no podía ser así. Yo no era su hija en primer lugar, soy adoptada, y en segundo lugar, ese bebe no podía crecer sin todo el amor de sus VERDADEROS padres. Solo quería desaparecer, no pensé que este día llegaría, sentirme así… no quería estar así.
Tome el teléfono y llame a Ino, le conté todo y me pregunto
-¿Qué vas a hacer?- esa pregunta me dejo pensando. Enmudecí por un momento, no querían salir esas tristes palabras de mi boca
-Me iré- fue lo último que dije, esa misma noche tome mis pocas cosas y me escape de casa. Me fui a casa de Ino, ella me dio esa opción. Pero sabía que los primeros lugares donde me buscarían serian en las casas de mis amigas. Asique al día siguiente me fui a buscar una casa y trabajo. Ino y las chicas siempre me apoyaron, me entendían.
Fin Flashback
Y así llegue hasta el día de hoy, no quería llegar hasta este extremo, nunca me imagine así. Ya desperté de mis pensamientos, volviendo a la realidad. Salí del baño, con la toalla en mi cuerpo, y con el pelo suelto. Baje las escaleras llegando al living.
Narra ¿?:
Estoy cansado, voy llegando a mi departamento, lo único que quiero es descansar. Trabajo, trabajo y mas trabajo, bah. En recepción me saluda el que trabaja ahí… ¿su nombre? No me importa
-S-señor… disculpe, es que hay una…- no quería oír nada, solo lo hice callar con un gesto y subí el ascensor. Ultimo piso, y el más grande departamento que hay en todo Tokio. Abrí la puerta y lo primero que veo es un cuerpazo lamentablemente envuelto en una toalla. La chica se da cuenta de mi presencia y veo esos ojos
Narra Sakura:
-¡TU!- gritamos al mismo tiempo, ese cabello, esos ojos, esa piel pálida. Era el idiota
-Que haces aquí- me dice mirando asquerosamente mi cuerpo.
-Y-yo, lo mismo te pregunto yo- le digo tratando de cubrir lo que se pueda ver de mi cuerpo
-Esta…- dice apuntando el suelo –es mi casa- no sabía que decir, solo que VOY A MATAR A IRUKA. –Vamos, responde que haces tú aquí- me dijo levantando la ceja
-Yo…- por mas enojada que estuviera con Iruka, no lo delataría –yo… emm…- no sabía que responder, solo mire hacia el suelo
-Hmp… asique no me vas a responder, bueno tendré que llamar a la policía por irrupción…- lo vi tomando el teléfono y lo interrumpí
-¡NO!- grite –Un amigo, un amigo me trajo acá- dije. Rayos me descubrirá
-Un amigo eh- de pronto suena su teléfono –¿Si?- dice molesto –Oh Iruka, contigo quería hablar- no, estamos perdidos, que hare, faltaba un dia para el comienzo de las clases y no podía quedarme en la calle justo hoy
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